domingo, 30 de abril de 2023

El condado de Gascuña, la dote envenenada de Leonor Plantagenet

La siguiente triada de emblemas vuelve a cumplir la norma general: el emblema cuartelado de Fernando III a la derecha, un escudo de tonalidades oro y gules enmarcado en losange en el centro y un deteriorado y original emblema que combina oro o plata y sable o azur a la derecha.


En el emblema central, a pesar de su mal estado de conservación, se pueden adivinar una flor de lis central y cuatro estrellas que la circundan. Como ya dijimos en la entrada anterior, creemos que es la forma de representar el feudo menor de Leonor de Aquitania, la Gascuña, un condado de fronteras cambiantes que ocupaba la parte suroeste de Francia, situado al sur del río Garona y al norte de lo que hoy se denomina País Vasco francés. Una zona entre Navarra y Aquitania que, por lo indómito de sus habitantes y del territorio, siempre dio a sus señores muchos sinsabores y pocas alegrías.



No faltaban desde Castilla motivos para dar un protagonismo independiente del ducado de Aquitania al condado gascón, dado que el mismo formaba parte de la dote que por matrimonio correspondía a Leonor Plantagenet, si bien no pudo hacer uso de la misma hasta el fallecimiento de su madre, Leonor de Aquitania, en 1204. Hasta ese momento las rentas de Gascuña estaban adscritas a Berenguela de Navarra, viuda del rey Ricardo I de Inglaterra y cuyo matrimonio se había concertado, precisamente, para mejorar las relaciones con Navarra y estabilizar la siempre complicada relación con los señores gascones. Leonor de Aquitania en persona viajó hasta Navarra para negociar un matrimonio por el que se entregaba como arras al rey navarro el territorio gascón más conflictivo y por el que éste cedía como dote los castillos de Rocabruna y el de San Juan a Pie de Puerto, sitos en ese mismo territorio. Es decir, la dote suponía la devolución de una parte de las arras entregadas, precisamente, el punto de partida del Camino de Santiago. En nuestra opinión, dada la menor entidad territorial de Gascuña, pero su mayor vinculación con el Camino de Santiago respecto a Aquitania justifica que se represente con una flor de lis de menor tamaño, pero con dos estrellas de ocho puntas adicionales.

En cuanto al emblema situado a la izquierda, está en un pésimo estado de conservación y nuestra interpretación debe tomarse con toda cautela. Dado que en otras triadas el emblema central va acompañado de consortes o descendientes de los personajes a los que se refiere el emblema central, esto nos hizo pensar inicialmente para este emblema en Berenguela de Navarra, a la que, como ya hemos dicho, estaban adscritas las rentas de Gascuña y que aún vivía en 1204. Sin embargo, el hecho de que en el arrocabe trasero se trate de reivindicar los derechos castellanos sobre los territorios representados y que, a partir de 1204, Alfonso VIII reclamara la posesión del condado, utilizando en vano valiosos recursos para tratar de controlarlo, nos hizo pensar que al lado del emblema de la Gascuña, de alguna forma, debería estar representada la casa castellana, a la que por dote del enlace matrimonial correspondían los derechos sobre este territorio.



El emblema es partido y parece que, en el lado derecho, heráldicamente hablando, se representa un verado ondulado y en el lado izquierdo se aprecian los restos de una cruz flordelisada, que pudiera tener otra colocada encima. Es el único emblema partido de la techumbre y pensamos que podría ser una forma de representar iconográficamente el compromiso matrimonial entre Alfonso VIII y Leonor Plantagenet, representando cada partición a uno de ellos, de forma que:
  • El verado ondulado podría representar el forro de la capa del rey de Inglaterra, que protege a su hija, Leonor Plantagenet, con las rentas que nacen del condado de Gascuña, que le otorga por su matrimonio con el rey de Castilla.
  • La cruz flordelisada creemos que representa a Alfonso VIII de Castilla, ya que, hasta su matrimonio con Leonor, fue la cruz el único emblema utilizado por dicho monarca, un emblema heredado de su padre, Sancho III, y de su abuelo, Alfonso VII. Es más, a partir de 1170, y a pesar de ir introduciendo el emblema del castillo, Alfonso seguirá utilizando la cruz, especialmente en los signos rodados con los que rubrica distintos acuerdos. Así lo demuestra María Teresa Carrasco Lazareno en su profundo estudio de los sellos castellanos, en el que concluye que la cruz, que comenzó utilizando en sus sellos Alfonso VII, fue una señal “vinculada sólo a Castilla a partir de Sancho III” y que, si bien comenzaron siendo esquemáticas y estilizadas, con el tiempo, ya en el reinado de Alfonso VIII fueron “aumentando su tamaño y grosor” llegando, en el reinado de Fernando III, coetáneo a la decoración de la techumbre, a adoptar la misma morfología con la que nos las encontramos en la iglesia de las Claras de Salamanca, flordelisada y hueca. A estos efectos es mejor fijarse en la cruz que aparece en el primer tramo del arrocabe izquierdo que en las del emblema que tratamos, ya que aquella se encuentra en un relativo buen estado de conservación.

En conclusión, pensamos que el emblema izquierdo de esta triada es una forma de reflejar cómo la Gascuña estaba adscrita al matrimonio Castilla-Plantagenet, una realidad bien documentada que terminaría defendiendo incluso su nieto, Alfonso X, si bien este se desharía del conflictivo condado cuando concertó el matrimonio de su medio hermana, Leonor de Castilla, con el heredero de Inglaterra, el futuro Eduardo I. El control sobre Gascuña pasaba así a la corona inglesa como parte del acuerdo matrimonial, tras haber sido armado caballero el príncipe Eduardo en el monasterio de las Huelgas de Burgos por Alfonso X.

Carrasco Lazareno, M. T. (2012). Págs. 63-170.