martes, 25 de abril de 2023

El emblema sin figura del monarca Juan sin Tierra

Como ya dijimos en las entradas que sirvieron de introducción a la interpretación del arrocabe trasero de la techumbre, para que los reyes de Inglaterra pudieran desplazarse entre sus territorios continentales, tenía que rendir homenaje al rey de Francia. Es por ello que la unificación de los mismos, sin territorios ajenos por medio, se convirtió en una tarea primordial para el matrimonio formado por Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania.

Para moverse del condado de Poitou al ducado de Aquitania había que atravesar el condado de Angulema. El enlace en el año 1200 entre el hijo menor de Leonor de Aquitania, Juan sin Tierra, e Isabel de Angulema fue providencial, ya que la joven era hija única y, por tanto, heredera del condado. No obstante, el hecho de que Isabel no cumpliera con el compromiso matrimonial previo que tenía con el señor de Lusignan agravó aún más los conflictos con el reino de Francia.


Juan I de Inglaterra, el sin Tierra, ataviado con sus vestiduras reales en una miniatura de Mateo Paris contenida en la Historia Anglorum (s. XIII). Juan se casó en segundas nupcias con la heredera del condado de Angulema después de secuestrarla, ya que ella estaba comprometida con un noble francés, el señor de Lusignan.

Juan sin Tierra debe su sobrenombre a que, por ser el menor de los hijos, quedó fuera del primer reparto de territorios que hizo su padre, Enrique II de Inglaterra. Sin embargo, también podría haber ostentado ese apodo por la cantidad de territorios que perdió a causa de su incompetencia. Precisamente, en 1204, ese año aciago para la familia Plantagenet-Aquitania, Juan perdió en favor del rey de Francia los territorios que había heredado de su padre, Normandía y Anjou. Pero hubo otra pérdida que, al menos en lo sentimental, debió de doler aun más, si cabe: la del condado de Poitou, con capital en Poitiers, el lugar de nacimiento de Leonor de Aquitania, el refugio de la reina ante las infidelidades de Enrique II, la cuna de la cultura caballeresca y trovadoresca, que tanto promocionó, y el lugar en el que se fraguó y negoció el matrimonio de Alfonso VIII de Castilla con su hija Leonor [1].

En contraste con el hijo idolatrado, Ricardo I Corazón de León, Juan llegó a acumular en su persona todos los calificativos despectivos que se nos puedan ocurrir. De hecho, en comparación con el vigor guerrero de su hermano, se le llegó a llamar Juan Corazón de Muñeca [2] y aún hoy es considerado en lo que fue su reino como uno de los diez personajes históricos británicos más nefastos del último milenio [3].

Por otro lado, parece que su esposa, Isabel de Angulema, tampoco fue especialmente querida ni entre sus súbditos ni entre los miembros de la familia real. De hecho, Blanca de Castilla, reina de Francia, le tenía especial inquina, ya que estaba convencida de que la Angulema era culpable de haber distraído a su tío Juan de las tareas de gobierno y de que, una vez viuda, había conspirado contra su hijo, el rey Luis IX de Francia, habiendo incluso tratado de envenenar al monarca galo en 1244. Isabel pasó sus últimos años en la abadía de Fontevraud, donde no sabemos si se refugió o fue recluida, y donde fue sepultada [4].


Efigie de la tumba de Isabel de Angulema en la abadía de Fontevraud. Curiosamente, su efigie es la única tallada en madera mientras que las de los miembros de su familia política están talladas en piedra. 

Todos estos avatares históricos son los que se verán reflejados en la siguiente triada de emblemas que vamos a comentar. Junto al repetido blasón cuartelado de Fernando III de Castilla y de Leín, en el centro, un emblema de campo de plata (blanco) en el que no se aprecia figura alguna, pero enmarcado en losange de realeza. La falta de figuras en un emblema que no se encuentra especialmente deteriorado nos hace pensar que nunca los tuvo y que ésta es una forma de representar al rey Juan sin Tierra, tío de Berenguela y de Blanca, y los territorios perdidos por el mismo desde el aciago año de 1204. Se convierte así el emblema en parlante del personaje al que se refiere, es un emblema sin territorio al que referirse, un escudo sin territorio al que representar. En principio, por el campo de plata, pensamos que tal vez se quisiera reflejar la pérdida del condado de Poitou, cuyo emblema parece que ya era por entonces un león de gules en un campo de ese mismo metal. Sin embargo, nos inclinamos por pensar que se trata de una forma genérica de representar la pérdida de los territorios del ducado de Normandía, del condado de Anjou y del condado del Poitou. Dicha pérdida suponía la imposibilidad de conectar todos los territorios Castilla-Plantagenet sin atravesar reinos ajenos, dado que los territorios perdidos eran los que permitían unir Inglaterra con Aquitania. En este sentido puede no ser una casualidad que el emblema losanjado de la izquierda quede separado físicamente del central por el extremo de uno de los cuadrales, ya que sería una forma de representar la separación territorial de los mismos, la soledad del rey Juan sin Tierra y la pérdida de los derechos que se tenían sobre los mismos.




Blasón del condado de Poitou, cuya capital era la ciudad de Poitiers. 


Blasón sin figura que representa los territorios perdidos por Juan I de Inglaterra en beneficio del rey de Francia. 

Esta crítica se hace más evidente en el emblema que sigue, los rombos del escudo familiar de Isabel de Angulema que, en línea con todos los emblemas que acompañan al resto de losanges de la trasera, se ha trastocado en tonos de luto (oro y sable o azur). 



Arriba emblema del ducado de Aquitania. Abajo reconstrucción del mismo emblema por José Luis García Morán. 


Blasón de Isabel como condesa de Angulema. 


Blasón de Isabel de Angulema trastocado en luto  (color sable o azur y metal oro) por la muerte de Leonor de Aquitania en 1204.


Blasón de Isabel de Angulema como reina consorte de Inglaterra junto a Juan I. 


[1] Cobos Rodríguez, A. (2022). Las Monarcas como Embajadoras: Leonor de Aquitania y Berenguela de Castilla. Disponible en https://arqueotimes.es/las-monarcas-como-embajadoras-leonor-de-aquitania-y-berenguela-de-castilla/ el 14/04/2023.

[2] Pérez, J. (2013). Un inglés, un francés y una española. Disponible en https://reasilvia.com/2013/10/un-ingles-un-frances-y-una-espanola/ el 18/04/2023.

[3] Rodríguez, A. (2015). “Magnas cartas” y relaciones de poder en los reinos plenomedievales. Crónica Jurídica Hispalense. Número 13. Págs. 243 258. Instituto de Historia CCHS-CSIC. Pág. 245.

[4] Varona. M. (2022). Isabel de Angulema. Disponible en https://www.meryvarona.es/isabel-de-angulema/ el 21/04/2023.