Una vez que la reina Berenguela nos ha recibido en el interior de la iglesia, el arrocabe de la techumbre nos invita a iniciar su interpretación por medio de los emblemas que contienen leones. Se inicia así el itinerario correcto de la historia que se narra: un relato de lo acontecido en el reino de León entre los años 1204 y 1240 y un recuerdo a territorios y mujeres que estuvieron bajo la influencia de Leonor de Aquitania, la abuela de la ideóloga de la construcción de esta armadura.
Se presentan en el conjunto pictórico dos tipos de leones: los púrpura del reino de León y los color oro del ducado de Aquitania. En el primer lienzo del arrocabe izquierdo de la techumbre leones de León y leones de Aquitania miran en sentido contrario al altar, invitándonos a dirigir nuestra vista hacia atrás, donde comienza la historia que se quiere contar.
A pesar de que hay tres alturas diferentes en cada lienzo del artesonado, en las descripciones nos referiremos al lineal inferior y al lineal superior, despreciando la alternancia de leones y castillos que queda aún más
arriba.
Uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta antes de enfrentarse a la interpretación de la decoración de esta armadura es que nos encontramos en los comienzos de la Heráldica. Las normas no están completamente definidas y lo que veremos aquí serán más bien emblemas que representan a personas y sus circunstancias que escudos de armas familiares, tal y como los entendemos hoy en día. De hecho, uno acaba con la sensación de que la Heráldica hispánica se está gestando en esta techumbre. Los emblemas se emplearán para representar sentimientos y situaciones como el luto y la muerte o para identificar territorios, personajes o grupos de personas concretos por medio de elementos que fueron importantes en su vida pública o privada.
Y una última apreciación antes de comenzar: aunque las distintas formas de representación de los personajes serán variopintas, sí hemos observado que los emblemas que se insertan en un losange (rombo) y que, muchas veces, está adornado con lóbulos (semicírculos), representan siempre a un rey o a una reina.
En general, todo lo que se narra a través de los distintos emblemas que decoran los arrocabes derecho e izquierdo y los cuadrales de la armadura tiene que ver con el destino del reino de León en la primera mitad del siglo XIII. Sin embargo, el arrocabe trasero se emplea para rendir tributo a Leonor de Aquitania, abuela materna de Berenguela de León y de Castilla, y representar los territorios que ella señoreaba, así que lo analizaremos al final del preceptivo recorrido por la historia leonesa y a partir de la entrada titulada "Los reinos de Inglaterra y Francia a comienzos del siglo XII".