jueves, 31 de agosto de 2023

El rey de León y sus leones

Alfonso IX, rey de León desde 1188 hasta su muerte en 1230, tenía como armas plenas y personales un león púrpura sobre un campo de plata, las que muestra en el escudo que porta en esta miniatura suya del Tumbo A, un manuscrito del siglo XII que se conserva en la catedral de Santiago de Compostela. 


En la decoración de la armadura de la iglesia del convento de Santa Clara de Salamanca hay tres emblemas que presentan las armas plenas del rey de León. Uno de ellos, el que mostramos a continuación, está repetido cuatro veces en el Lienzo III del arrocabe derecho y representa a Fernando III de Castilla, hijo de Alfonso IX y Berenguela, proclamado rey de León en 1230. 


Siendo desde 1217 Fernando III el rey de Castilla y desde 1230 también el de León, es a partir de este último año cuando, según nuestro gran especialista en Heráldica, Faustino Menéndez Pidal de Navascués, se pone de moda el emblema cuartelado alterno, algo que, en nuestra opinión, visto lo visto en esta techumbre, lo mismo se debió a la propia la reina Berenguela y a su empeño de convertir a su hijo en rey de dos reinos, que había que representar con un único emblema. Ese cuartelado alterno aparece en varios puntos de la decoración y son las armas plenas y de uso personal del primer rey de Castilla y de León, Fernando III el Santo. 


El segundo emblema con las armas plenas del rey de León, en este caso enmarcadas en un losange lobulado, lo encontramos repetido por dos veces en la parte derecha del arrobe trasero y ambos junto a emblemas cuartelados en aspa que representan a la reina Berenguela, por lo que pensamos que es emblema del rey Alfonso IX. 



Dejaremos el tercer emblema con armas plenas del rey de León para el final; vamos a proceder ahora a dar cuenta de los emblemas que llevan las armas del rey de León, pero brisadas, es decir, con modificaciones, lo que significa que, en principio, no representan al rey, sino a familiares del mismo. Por ejemplo, en el cuadral derecho podemos ver este emblema enmarcado en un losange y con una bordura cargada de ondas.


Pensamos que con él se representa a la descendencia que Alfonso IX tuvo con su primera esposa, Teresa de Portugal, siendo las ondas el reflejo del verado que aparece en este emblema que representa a dicha reina en varios puntos de la techumbre.


En el cuadral izquierdo y enfrentado al anterior encontramos otro emblema brisado de las armas del rey de León, también enmarcado en un losange, pero esta vez con una bordura cargada con ocho castillos, representando así a la descendencia que Alfonso IX tuvo con Berenguela de Castilla. Este dúo de borduras, una con verados y otra con castillos, cuadra bastante bien con la teoría del heraldista Faustino Menéndez Pidal, que decía que la bordura había sido un invento heráldico castellano que permitía a los descendientes combinar en su blasón el linaje paterno y el materno. 


El siguiente emblema, igual que el anterior pero sin el enmarcado en losange, lo encontramos también en el cuadral izquierdo y en el Lienzo II del arrocabe derecho. Se trata de representar así a Fernando III de Castilla reconocido por el papa Honorio III como heredero legítimo del reino de León en el año 1218. Una vez más encontramos las armas del padre, Alfonso IX, rodeadas de la bordura de la madre, Berenguela de Castilla. 


Cuando Fernando III de Castilla fue proclamado rey de León en 1230 ya no se le podía representar con un emblema con bordura, sino con armas plenas, ya fuera el león púrpura sobre el campo de plata o el cuartelado alterno con castillos y leones, así que la bordura quedó para uso de su hermano Alfonso. Es por esto por lo que, en las pinturas del monasterio de Valbuena de Duero, a Alfonso de Molina se le representa portando un escudo y un estandarte con el león púrpura rodeado por la bordura cargada con castillos.


En el siguiente emblema que vamos a comentar no aparecen ni leones ni castillos, por lo tanto cabría pensar que no tiene cabida en esta entrada, pero, dada su situación en el cuadral derecho, cuando precisamente teorizamos que en los cuadrales se narran la situación de guerra civil que se vivió en Castilla en 1217 y una partida de ajedrez para hacerse con reino de León, creemos que representa uno de los hipotéticos destinos del infante Fernando, hijo de Alfonso IX y Berenguela: una vida como desterrado de Castilla y con el matrimonio de sus padres anulado por el papa desde 1204. El león se ve sustituido por un verado de sable sobre campo de plata, que representaría la protección concedida por su padre; las ocho aspas de oro tachando los ochos castillos de su madre representarían la anulación del matrimonio de sus progenitores, lo que invalidaría la bordura, que ya hemos dicho que, según el heraldista Menéndez Pidal, se inventó en Castilla en el siglo XIII para representar la conjunción de dos linajes por medio de un matrimonio.


Uno de los emblemas más bonitos de toda la decoración de la techumbre es el que representa al difunto rey Alfonso IX junto al emblema de una enorme flor de lis negra enmarcada en un losange, que representaría a su segunda esposa, Berenguela de Castilla, aquella de la que se vio forzado a separarse en 1204 ante la intransigencia del papa Inocencio III. 



No se podía representar a Alfonso IX con sus armas plenas ya que había fallecido y además, justo enfrente, se iba a representar al nuevo rey de León, su hijo Fernando III, así que había que brisarlas. Berenguela lo hizo añadiendo una bordura de luto cuajada de aspas de oro, que pensamos que puede representar que Alfonso había llegado a ser rey a  pesar de ser fruto de otro matrimonio anulado por el papa, el de Fernando II de León y Urraca de Portugal. De hecho, creemos que esas dieciocho aspas tachan el mismo número de ondas de la bordura del emblema que representaba a la descendencia que Alfonso IX había tenido con su primera esposa, Teresa de Portugal, ya que el rey leonés era de ascendencia materna portuguesa, del mismo modo que lo eran los hijos de su primer matrimonio, así que la bordura de sus armas brisadas debía ser la misma. 


Es posible que Berenguela utilizara la bordura de ondas para representar a las mujeres de la realeza portuguesa ya que Urraca de Portugal, madre de Alfonso IX, era tía de Teresa de Portugal, esposa del mismo. Y que utilizara esas ondas, que no dejan de ser verados de protección y sumisión, bien por carecer de armas oficiales el nuevo reino portugués, bien para representar que no terminaba de aceptar que Portugal fuera un reino desde 1139 y no lo que había sido antes: el condado portucalense feudatario del reino de León y bajo la protección de su rey. 

Para concluir tenemos dos emblemas más, uno de luto y otro de esperanza. El primero es un cuartelado de los reinos de Castilla y de León en el que los leones se han visto sustituidos por cruces latinas de sable. Aparece en repetidas ocasiones en el arrocabe izquierdo y da cuenta del luto que se mantiene por la muerte del magnífico rey de León que fue Alfonso IX, algo que, a la vista del conjunto iconográfico que decora esta armadura, a buen seguro también pensaba Berenguela. 


El segundo son las armas plenas del rey de León, pero en un tamaño reducido, integradas en los Lienzos VII en el arrocabe derecho y en el izquierdo, y en el que se da cuenta del compromiso matrimonial entre el infante Alfonso, futuro rey Alfonso X de Castilla y de León y nieto de Berenguela. Creemos que la reina representa de este modo que, a pesar de todos los avatares sufridos, de la muerte de Alfonso IX y de que el rey sea el mismo en León y en Castilla, el viejo reino pervivirá y contará con futuros herederos de dignos linajes. No en vano, todavía en el siglo XV, Isabel I se refería a sí misma en los documentos como "reyna de Castiella et de León", indicando la conjunción latina "et" (y), que seguían existiendo dos reinos aunque solamente hubiera una reina. 

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