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miércoles, 22 de marzo de 2023

Cuadrales IV - Si Sancha y Dulce ganaran la partida...

Analizamos en esta entrada el tramo de cuadral que nace en la trasera derecha de la iglesia y que termina en el mascarón. Dicho tramo es el reflejo del que hemos comentado en la entrada anterior (Cuadrales III).


En él se representan lo que habría ocurrido, si Fernando el Castellano no hubiera obtenido en 1218 el reconocimiento por parte del papa Honorio III como heredero legítimo del reino de León, es decir, si las infantas Sancha y Dulce, hijas de Teresa de Portugal, hubieran ganado la partida por la sucesión codificada en la decoración de la techumbre. 

- En primer lugar, blasonado por dos emblemas de Castilla y León, uno cuartelado en cruz y otro en aspa y, enmarcado en un losange, un emblema cuartelado que presenta en campo de oro dos leones de sable en los cuarteles primero y cuarto y dos fajas de sable en los cuarteles segundo y tercero. 


En este contexto de senhales y seudónimos propio del mundo caballeresco y del amor cortés en el que se gesta la heráldica creemos que la reina Berenguela se expresa por medio de cuartelados en los que expresa distintas situaciones, siendo este emblema un ejemplo perfecto de ello. En línea con la opción que presenta este cuadral, si los descendientes castellanos no se hacen con la sucesión leonesa, el reino de León permanecería independiente, sin unirse a Castilla, siendo por ello un cuartelado que nunca se completa y en el que los leones ocupan, siendo la única vez que lo hacen en la techumbre, los cuarteles principales, es decir, el primero y el cuarto.


- Alfonso VIII de Castilla, cuyo emblema, situado muy cercano al arrocabe trasero, se presenta en losange y con las cinco flores de oro dispuestas en sotuer sobre un campo de gules. En el caso de que Fernando el Castellano no hubiera sido reconocido como heredero de su padre y no teniendo en principio ninguna posibilidad de heredar el reino de su abuelo el rey de Castilla— éste le hubieran ofrecido su amparo, que es precisamente lo que se representa en este tramo del cuadral. De hecho, el infante gozaba del monarca castellano desde 1204, cuando se disolvió el vínculo matrimonial entre sus padres. 


- El infante Fernando el Castellano, hijo de Alfonso IX de León y de Berenguela de Castilla, que en esta ocasión está representado con un verado de oro y sable decorado con una bordura de gules cargada de ocho aspas de oro. Este verado da cuenta de la protección real de la que el infante gozaba y gozaría en Castilla, si sus medio hermanas portuguesas, Sancha y Dulce, hubieran sido reconocidas como legítimas herederas de la corona leonesa. Eso sí, al ser hijo de un matrimonio declarado nulo por el papa, los ocho castillos de la bordura materna de su emblema están "tachados" con el mismo número de aspas, siendo este emblema el reflejo negativo del que aparece en el cuadral opuesto y que muestra a un infante Fernando vencedor, con las armas del rey de León rodeadas por una bordura de castillos, que es lo que finalmente ocurrió en 1218. 


En resumen, que Berenguela se las apañó tanto para ganar la guerra civil castellana de 1217 como para que el papa reconociera en 1218 a su hijo Fernando como legítimo heredero del reino de León. De este modo se le puede representar en el cuadral opuesto y en el segundo lienzo del arrocabe derecho con el emblema que vemos a continuación: las armas del rey de León, del que tenía opciones de ser heredero, rodeadas de una bordura de castillos, lo que también le daba opciones de heredar la corona castellana, si su joven tío Enrique moría sin engendrar un hijo, que es exactamente lo que ocurrió. Como veremos a continuación, siguiendo con la lectura de las tablas del arrocabe, Fernando III finalmente reinaría en Castilla desde 1217 y en León desde 1230. 



En consecuencia con el triuno de Berenguela todos los pares de emblemas de los cuadrales están escoltados por escudos cuartelados en cruz y en aspa de Castilla y de León. Son los emblemas representativos de los ganadores de la partida, los correinantes Berenguela y Fernando III. Entendemos que su finalidad es hacer alarde del partido vencedor blasonando la glosa heráldica, el auténtico torneo medieval, que se narra con los pendones de triunfo de los ganadores.

martes, 21 de marzo de 2023

Cuadrales III - Si el Castellano ganara la partida...

El tramo del cuadral izquierdo que nace en la trasera y termina en uno de los mascarones nos presenta uno de los dos únicos resultados posibles de este juego ajedrecístico de tronos: Fernando el Castellano como heredero legítimo del reino de León. 


- En primer lugar un emblema de cinco flores de lis de oro en campo de gules que creemos que representa al abuelo paterno de Fernando el Castellano, el rey Alfonso VIII de Castilla, aunque las explicaciones para dicha identificación la dejaremos para más adelante. Lo que sí podemos decir ahora es que el metal y el color del emblema son definitivamente castellanos y que el enmarcado con losange y las flores de lis indican que se trata de un personaje de la realeza, quizá alguien al que se la ha querido dar la consideración de cinco veces rey.


- A su lado, un emblema que representa un león púrpura en campo de plata con una bordura de gules cargada de ocho castillos de oro. Es el emblema utilizado por Fernando el Castellano para indicar que es hijo legítimo de León y de Castilla. Ésta fue otra de las innovaciones heráldicas introducidas en esta época: brisar (modificar) las armas para distinguir al rey, que usaba armas plenas, es decir, sin alteración alguna, de sus descendientes, esposas o hermanos. En este caso, el campo refleja el origen paterno y la bordura el materno. Esta bordura se perdía cuando el heredero ascendía al trono y pasaba a usar las armas de rey, así que entonces el emblema con bordura quedaba disponible para los hermanos que no reinaban. De hecho, este mismo emblema fue el utilizado por Alfonso de Molina, hermano menor de Fernando III, cuando éste último lo cambió por el emblema del león púrpura en campo de plata, pero sin bordura, tal y como le correspondía al rey de León.



Esta bordura de castillos, lógicamente con otra figura central, la utilizó también Sancho, el heredero del trono portugués, hijo de Urraca de Castilla, hermana de Berenguela. Sin embargo, Sancho II mantuvo la bordura una vez coronado rey, de forma que, aún hoy, es parte del escudo del país vecino.


Escudo de Sancho II de Portugal (1207-1248), hijo de Urraca de Castilla, hermana de Berenguela, y por lo tanto primo de Fernando III de Castilla y de León.



Escudos cuartelados que representan los reinos de León y de Castilla, Están situados uno al principo de este tramo de cuadral y el otro al final. dando cuenta de que finalmente los reinos de León y de Castilla terminaron teniendo un mismo monarca, Fernando III, a partir del año 1230. El cuartelado en cruz son las armas plenas del rey y el cuartelado en sotuer las armas de la reina correinante, la madre del rey, Berenguela. 


El rey Alfonso VIII de Castilla acompaña y legitima a su nieto Fernando, que aquí aparece representado con la bordura castellana que recibe de su madre y como legítimo heredero del trono leonés con las armas de su padre Alfonso IX de León.

lunes, 20 de marzo de 2023

Cuadrales II - Una partida de ajedrez por el reino de León (parte 2)

Analizaremos a continuación el tramo de cuadral que parte de uno de los mascarones y va a parar al arrocabe derecho de la techumbre, concretamente al lienzo que presenta a Fernando “el Castellano” como heredero al trono de León.


Este tramo, aparentemente, es una copia del que describimos en la entrada anterior, “Cuadrales I”. Sin embargo, aquí se presenta a las contrincantes portuguesas que juegan la partida de ajedrez por el reino de León. De este modo, nos encontramos:

- El emblema de cinco piñas púrpura en campo de plata (blanco) con bordura ajedrezada de oro y gules. Es decir, estarían representadas de igual modo las dos líneas de sucesión reconocidas como legítimas, con la parte central del emblema representado el linaje del padre, Alfonso IX de León, y la bordura el linaje de una madre, aunque éste está por determinar, está en juego, puesto que puede ganar la bordura de Teresa (el verado) o la bordura de Berenguela (los castillos).



- En esta situación, al posible próximo monarca de León, en losange, se le representa con bordura de gules cargada de unas ondulaciones que recuerdan el verado de oro y gules con que, en el lineal superior del lienzo que presenta el fallecimiento de Mafalda, se representaba a Teresa de Portugal. Es decir, se nos habla aquí de una sucesión portuguesa, la de las infantas Sancha y Dulce, hijas de las armas plenas de Alfonso IX rodeadas por la bordura de su primera esposa.


- Por último, pegado al lateral, aparece un emblema en losange (de rey o reina) con un cuartelado en aspa y que recuerda inevitablemente al que campea en el lineal superior del lienzo que hemos denominado "Berenguela la Grande". No obstante, aquí los colores son de luto, la cruz en aspa es más marcada y, por último, y en línea con otros emblemas en los que Berenguela se presenta camuflada, los castillos se han sustituido por flores de lis. 


Este emblema y su ubicación permiten a Berenguela hacerse presente en la escena del lienzo contiguo, la del reconocimiento de su hijo Fernando como heredero del trono de León. Y del mismo modo a como hemos visto en otras ocasiones, por medio del mismo, colocado a continuación de los emblemas que representan al rey y a sus líneas de sucesión, Berenguela podría estar reivindicándose como reina de León, sin importar cuál hubiera sido la línea de sucesión vencedora. Recordemos que en el panel enfrentado este espacio estaba vacío y que, a modo de reflejo, como hemos planteado en otras ocasiones, esto podría indicarnos el deseo de Berenguela de haberse visto ubicada allí también.

domingo, 19 de marzo de 2023

Cuadrales I - Una partida de ajedrez por el reino de León (parte 1)

Hablaremos en ésta y en la próxima entrada de los dos tramos de cuadral en los que se representan las dos líneas sucesorias que se disputaron la herencia del trono de León durante los años siguientes a 1214. De este modo, el cuadral izquierdo se reserva para la línea sucesoria castellana. En línea con los otros tres tramos de cuadral, aparecen dos escudos cuartelados de Castilla y León, uno en cruz, el emblema de Fernando III, y otro en aspa, el de la reina madre, Berenguela. Por lo tanto, el resto de emblemas que decoran este cuadral son:


- Uno, prácticamente borrado, que contiene cinco piñas de pino piñonero pintadas en color púrpura con una bordura ajedrezada de oro y gules (rojo). Con este emblema se representa a los hijos habidos por Alfonso IX en sus dos matrimonios -uno con Teresa de Portugal y otro con Berenguela de Castilla- reivindicándolos, a pesar de las sentencias de anulación, como legítimos.


Emblema de piñas en sotuer muy deteriorado, aunque tenemos la suerte de que su reflejo se conserve en perfecto estado en el cuadral derecho.



Cinco piñas púrpura colocadas en sotuer sobre un campo de plata en el cuadral derecho. Los colores de la piñas y el campo son los del emblema del rey de León ya que se está representando a su descendencia. La bordura jaquelada significa que está en juego quén va a ser la madre del próximo rey de León, Teresa de Portugal o Berenguela de Castilla. Reconstrucción del emblema por José Moreiro Píriz.

En cuanto a los elementos elegidos para diseñar este emblema debemos hacer dos consideraciones:

1. Se escogen las piñas con el color púrpura del león del reino como símbolo de la fertilidad de la reina y de la descendencia de la pareja real. De cada piña pueden nacer nuevas líneas de sucesión gracias a las numerosas semillas que contiene cada una de ellas. Ya en el siglo XII, en una miniatura conservada en el monasterio de Toxocoutos (Galicia), se representa a Teresa de León entre su hija Urraca Enríquez y su prometido. En dicha ilustración la novia porta el típico cetro rematado en una flor de lis, aunque en esta ocasión se inscribe una piña, el símbolo de la fertilidad y de los hijos e hijas que engendrará. Siglos después, la reina Catalina de Lancaster convertiría la piña, con la misma carga simbólica, en emblema de su reinado.


Piña dorada en losange sostenida por dos grifos. La piña del pino piñonero fue el emblema  del reinado en Castilla de Catalina de Lancaster (1373-1418), de origen inglés al igual que Berenguela. Dintel de la puerta que comunica la capilla mayor (lado de la epístola) con la capilla lateral izquierda. Monasterio de Santa María la Real de Nieva (Segovia).


Urraca Enríquez, tía de Urraca de Portugal, monarca ésta última que fue la abuela de los hijos de Teresa de Portugal y de Berenguela de Castilla, representada con un cetro flordelisado con una piña de pino piñonero inscrita en el mismo. La manera de representar los carpelos de la piñas es idéntica en esta miniatura y en el emblema que podemos ver en los dos cuadrales de la techumbre. 


Capitel decorado con piñas de pino piñonero en el panteón de los reyes de la colegiata de San Isidoro de León. Las piñas, colocadas en un espacio funerario, simbolizan la esperanza de que la dinastía continúe a través de los infantes y las infantas, que son los piñones que contiene la piña, fruto duradero que representa la estirpe real que se perpetúa en el tiempo. Una vez casada con Alfonso IX y convertida así  en reina de León, Berenguela visitaría este lugar y quedaría profundamente impresionada ya que ella era bisnieta de Alfonso VII, el Emperador, el monarca del reino leonés que  repartió sus dominios entre sus dos hijos, naciendo así el reino de Castilla en 1157.

2. Por lo que se refiere a la bordura, conviene remitirse de nuevo al origen de la Heráldica, cuando se eligió el diseño jaquelado o escaqueado para representar el ajedrez, juego en el que se enfrentan piezas de dos colores sobre un tablero dividido en escaques. De este modo, ésta es una bordura que está por decidir a la espera del resultado de la partida, dado que en las piñas del emblema hay dos líneas de sucesión diferentes, la de Teresa de Portugal y la de Berenguela de Castilla, y ambas aspiraban a reinar en León.


Miniatura del Libro de los juegos de Alfonso X el Sabio que representa a un judío y a un musulmán jugando al ajedrez. La pasión por este juego se había extendido por la práctica totalidad del continente europeo hacia el siglo XII. Su dimensión pronto traspasó las fronteras lúdicas para ser considerado un arte imprescindible en la formación de todo caballero.

- El futuro rey de León, el infante Fernando "El Castellano", representado mediante un emblema en losange con un león púrpura en campo de plata (blanco), al que se ha añadido una bordura de gules (rojo) cargada de castillos.


De este modo se representa que en este cuadral ganaría la partida por el trono leonés la línea de descendencia castellana, y de ahí la bordura cargada de castillos, la que el infante Fernando, considerado aquí hijo legítimo del rey de León, podía lucir por parte de su madre, Berenguela de Castilla. 

- Por último, cabe resaltar que el espacio del travesaño más cercano al lateral de la iglesia está vacío, ocupado por una especie de espiral dorada. Veremos cómo al otro lado del arrocabe este mismo espacio, aun reducido como es, está ocupado por un emblema cuartelado de Berenguela. Por lo tanto, se nos puede querer decir con este vacío que, en este lado izquierdo, ninguno de los hijos de Alfonso IX tenidos con Teresa de Portugal y Berenguela de Castilla, representados por las piñas, tiene una madre canónicamente casada con el rey de León.

Los cuadrales de la armadura

La decoración de los cuadrales se emplea para relatar la cuestión hereditaria en el reino de León tras el fallecimiento en 1214 del infante Fernando el Portugués, hijo primogénito de Alfonso IX y Teresa de PortugalDe este modo, al finalizar el recorrido por los emblemas que exhiben estos dos travesaños, nos desplazaremos hasta el segundo lienzo del arrocabe derecho, donde se representa la consecuencia directa de dicho fallecimiento: el reconocimiento por el papa como heredero legítimo del trono de León de Fernando el Castellano, hijo de Alfonso IX y Berenguela de Castilla, que se produciría en el año 1218, cuando éste ya llevaba casi un año siendo rey de Castilla.



Lienzo II del arrocabe derecho. Fernando el Castellano muestra las armas de su padre, el león púrpura, en el centro del emblema y las de su madre, el castillo de oro en campo de gules, en la bordura del mismo. Reconstrucción del emblema realizada por el heraldista José Moreiro Píriz.

Cuando ofrecimos la visión general del conjunto iconográfico de la armadura, ya advertimos que el recorrido por el mismo ha de hacerse según indican las caras de los leones que figuran en los escudos: de izquierda a derecha y de detrás hacia adelante. Siguiendo esta premisa, los dos cuadrales que conectan el arrocabe trasero de la armadura con los arrocabes laterales son una buena muestra de ello. Para llegar al otro lado de la iglesia los leones nos invitan a seguir el relato recorriendo los emblemas que se exhiben en ambas vigas que hacen de cuadrales. La primera de dichas vigas nace en la parte trasera, en el lado izquierdo, y lleva hasta un tramo del arrocaba que lamentablemente ha perdido su decoración. La segunda nace también en la parte trasera, aunque en su lado derecho, y nos conduce hasta un lienzo donde se reconoce a Fernando el Castellano como heredero del trono de León. Conviene destacar que, en el arrocabe trasero, a la altura a la que van a parar ambos travesaños, no hay ningún emblema, sino tan solo adornos de tipo floral.


Cuadral del lado izquierdo de la iglesia, que nace en la parte trasera y termina en un tramo que ha perdido casi toda su decoración y sobre el que hablaremos más adelante.


Cuadral del lado derecho de la iglesia, que nace en la parte trasera y conduce al lienzo que representa el reconocimiento de Fernando el Castellano como heredero del reino de León.

Por otro lado, cada uno de los cuadrales tiene una partición en su mitad, marcada por un saliente en forma de mascarón, que los divide en dos partes. Dichos mascarones invitan a mirar al frente, a comparar un travesaño con el otro, como si se hablaran, algo que ocurre en otras partes de la armadura.


Mascarón que divide en dos el cuadral del lado derecho de la iglesia. 


Mascarón que marca la división en dos del cuadral del lado izquierdo de la iglesia. 

En definitiva, en las próximas entradas hablaremos de cuatro tramos de cuadrales, a saber:

- El que nace en la parte izquierda de la iglesia, concretamente en el pequeño tramo de arrocabe que ha perdido la decoración, y termina en el mascarón. En el mismo se presenta una de las dos líneas de sucesión que aspira al trono de León en esos años, la castellana, la de los hijos de Berenguela y Alfonso IX de León.


- El que, partiendo de la parte trasera, se dirige hacia el arrocabe izquierdo de la armadura y que abarca hasta el mascarón. Se presentaría aquí la posibilidad de que Fernando el Castellano fuera reconocido como heredero legítimo del reino de León.


- El que nace en el arrocabe derecho y termina en el mascarón, donde se presenta la otra línea de sucesión, la portuguesa, la de las infantas Sancha y Dulce, que, con la anulación del matrimonio de Berenguela y Alfonso IX en 1204 sumada a la muerte de su hermano Fernando en 1214, podrían llegar a heredar el trono de León. 


- El que partiendo de mitad trasera derecha llega hasta el mascarón; éste queda, por tanto, enfrentado al que presenta en el lado izquierdo un futuro brillante para Fernando el Castellano como heredero del reino de León. Aquí las que ganan la partida por la sucesión son las infantas portuguesas, quedando el Castellano sin posibilidades de heredar el reino ya que se le sigue considerando hijo ilegítimo fruto de un matrimonio incestuoso.  

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