jueves, 4 de enero de 2024

Las estrellas del Camino

Hay dos símbolos que aparecen en la decoración de la techumbre de la iglesia del convento de Santa Clara de Salamanca que, dado el recorrido histórico que han hecho a lo largo de los siglos, nos confundieron bastante a la hora de darle una interpretación a los emblemas que los contienen. Estamos hablando de la flor de lis y de la estrella de ocho puntas, símbolos ambos que originalmente se referían a Cristo, pero que, con el paso del tiempo, terminaron siendo representativos de su madre, la Virgen María.

De la flor de lis nos habla Susana Olivares, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, en un interesante artículo que se puede consultar a través del siguiente enlace: 


En esta publicación se nos cuenta cómo la flor de lis, en toda Europa y no sólo en Francia, comenzó siendo símbolo de Cristo, el lirio de los valles, para pasar posteriormente a adornar los cetros de los monarcas, que estaban convencidos de que su reinado estaba avalado por la gracia de Dios. Es por ello que encontramos imágenes de reyes y reinas de León sujetando un cetro rematado en una flor de lis, aunque a partir de la segunda mitad del siglo XIII, con el desarrollo del culto a la Virgen, promovido fundamentalmente por Alfonso X a través de sus Cantigas, se convirtió en un emblema mariano. De ahí la importancia de saber a qué momento histórico corresponde un símbolo para así poder entender correctamente su significado.


Cristo crucificado entre dos flores de lis y entre el sol y la luna. Capitel situado en el interior de la iglesa románica de Nuestra Señora de la Asunción en Pisón de Castrejón (Palencia). 


Cristo con un cetro rematado en una flor de lis en la iglesia de San Juan en Alba de Tormes (Salamanca).


Pinturas del siglo XIII conservadas en el monasterio de Valbuena de Duero (Valladolid). Se cree que representan a Alfonso VII de León y a su amante Urraca Fernández de Castro. Ambos portan un cetro flordelisado. 

Un recorrido muy similar ha seguido la estrella de ocho puntas que, como veremos, comenzó siendo icono de la luz que ilumina el camino que conduce a la fe verdadera, bien estuviera ésta en Belén (Cristo) o en Compostela (Santiago Apóstol). Sin embargo, este símbolo quedó posteriormente ligado únicamente a la Virgen a través de iconos tales como la estrella de la mañana de las letanías del Rosario o la Stella Maris (Estrella del Mar). Al igual que con la flor de lis, en esta inclinación de la balanza en favor de la Virgen tuvo mucho mucho que ver Alfonso X, que llegó a fundar una orden militar naval conocida como Orden de la Estrella o de Santa María de España, cuyo emblema era una estrella de oro de ocho puntas sobre un campo de gules, los colores de los Plantagenet y de Castilla. Ese significado mariano, por ejemplo, tiene la estrella que se puede ver en la portada de la catedral de Palma de Mallorca, obra de la segunda mitad del siglo XIII, en la que se nos presenta a la Virgen con muchos de los atributos de sus letanías lauretanas.


El símbolo de la flor de lis en la techumbre de las Claras ya lo hemos analizado ampliamente en entradas anteriores, así que ahora nos referiremos a la estrella de ocho puntas, que puede verse, precisamente de oro en campo de gules, incuida en dos emblemas. Y hemos de destacar que no se trata de dos emblemas cualesquiera ya que ambos se encuentran localizados en el arrocabe trasero, en la parte donde interpretamos que se rinde homenaje al imperio de Leonor de Aquitania, allí donde hay referencias a personajes tales como su hijo Ricardo Corazón de León y a la propia Leonor, que participaron en las Cruzadas, es decir, que defendieron la "fe verdadera". También se nos presenta en el arrocabe trasero un territorio como el condado de Gascuña, ligado al Camino de Santiago, donde se inicia lo que se conoció también como el Camino de las Estrellas gracias a la visión que tuvo el emperador Carlomagno y que se narra en el Códice Calixtino:

Y en seguida vio en el cielo un camino de estrellas que empezaba en el mar de Frisia y, extendiéndose entre Alemania e Italia, entre Galia y Aquitania, pasaba directamente por Gascuña, Vasconia, Navarra y España hasta Galicia, en donde entonces se ocultaba, desconocido, el cuerpo de Santiago.

Posteriormente, en una aparición del Apóstol a Carlomagno, el primero le explica al Emperador que ese camino de estrellas representa la ruta que deberá seguir con su ejército para liberar al pueblo. Según el folio 162 del Códice, Santiago además le anuncia que éste será el recorrido que harán peregrinos de todas partes del mundo.

Y después de ti irán allí peregrinando todos los pueblos, de mar a mar, pidiendo el perdón de sus pecados y pregonando las alabanzas del Señor, sus virtudes y las maravillas que obró.



Enblema que, según nuestra interpretación, representa a Leonor de Aquitania como reina de Inglaterra y defensora de la fe cristiana al haber participado en la Segunda Cruzada. Reconstrucción del emblema por el heraldista José Moreiro Píriz



Emblema con cuatro estrellas de ocho puntas rodeando una flor de lis que, según nuestra interpretación, podría representar en la techumbre al condado de Gascuña, administrado por Ricardo Corazón de León hasta su fallecimiento en 1199, quedando después adscrito como dote de su viuda, Berenguela de Navarra, hasta la muerte de Leonor de Aquitania en 1204. Reconstrucción del emblema por el heraldista José Moreiro Píriz


Sello de Ricardo Corazón de León, en el que aparecen la luna y el sol. 

En fin, que tras haber dado nuestro nuestro particular paseo por el cielo de las estrellas de ocho puntas gracias a muchas horas de estudio, creemos que no hay mejor día que el de hoy para publicar esta entrada ya que, antes de la segunda mitad del siglo XIII, la práctica totalidad de las estrellas de ocho puntas las hemos encontrado en epifanías, dado que, como todo el mundo sabe, una estrella fue la luz y guía de los Reyes de Oriente hasta el portal de Belén. Eso sí, debemos advertir que la estrella no tenía cola hasta que artistas como Giotto (1267-1337), influenciados por el paso del cometa Halley, empezaron a representarla con el rastro sideral.

Antes de mostraros algunas epifanías cristianas, creemos conveniente recordar la existencia de un sello sumerio en el que la diosa Inanna-Ishtar da a conocer a su hijo a personas que se acercan a ella con presentes, escena que se considera precursora de la Adoración de los Reyes Magos. En esta escena, de entre el 2334 y el 2154 a.C., ya se puede observar la estrella de ocho puntas; se trata, seguramente, del modelo que tomó el sincretismo crisitano, aunque aquí la estrella representa a la diosa misma, vinculada astralmente a Venus (estrella de la mañana y del anochecer) y cuyo atributo en Mesopotamia era el de ser la deidad del amor. Es decir, en esta escena la estrella no es una guía, sino la meta, la diosa, algo muy relevante para el significado que le damos a las estrellas que decoran la techumbre de las Claras, y que no es otro que el fin del camino, ya sea éste el que termina en Compostela o el que conduce a Jerusalén.


Hagamos, entonces, un recopilatorio de estrellas de ocho puntas en epifanías de los siglos VI al XIV, aunque éstas son solamente algunas de las muchas que enriquecen nuestros templos.

- Tras las epifanías de las catacumbas de los siglos III y IV, la más antigua conservada es la de los mosaicos de la basílica de San Apolinar el Nuevo de Ravena (siglo VI), en la que ya aparece una estrella de ocho puntas y donde se nos da a conocer por primera vez los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. Estos nombres fueron tomados del Evangelio de Armenio de la Infancia, documento datado también en el siglo VI.


- La escena que podemos admirar en el claustro alto de la catedral de Burgos (siglo XIII) es, sin duda, es una de las más impresionantes.


- Los Beatos, siendo el principal el de Liébana, en este caso en la versión códice de San Pedro de Cardeña, de finales del siglo XII o principios del XIII, solían contener epifanías.


Beato de Manchester (finales del siglo XII o principios del XIII).


Beato de Saint-Sever (siglo XI).


Uno de los más antiguos, el Beato de Tábara, del siglo X, en que los reyes portan un original gorro frigio que los semeja más a a elfos que a monarcas.


- Otra hermosa epifanía es la que decora la bóveda del siglo XII de la iglesia de Santa María de Tahüll (Lérida).


- Una epifanía doble ya que los reyes vienen por dos de los laterales de este impresionante capitel de la iglesia de Santo Tomé en Zamora (Siglo XII).


- Epifanía en el tímpano de doña Leonor del museo de la Catedral de Santiago de Compostela (Siglo XIV).


- Estos capiteles del Monasterio de Sant Pere de Galligants (Siglo XII, Girona) también dan cuenta de la Natividad y la Epifanía.



- Un hermoso cielo en una epifanía de finales del siglo XII. Basílica de San Vicente (Ávila).


- Por sus colores y originalidad de presentación, destacamos esta epifanía del frontal del altar de Santa María de Mosoll (Siglo XIII, Girona), conservada en el Museo Nacional de Arte de Catalunya.


- A esta del convento de santa Clara de Toro (Siglo XIV, Zamora) le queremos dar especial protagonismo ya que el cenobio se fundó con hermanas provenientes del convento de Salamanca y además estuvo implicada una Berenguela: la nieta o la bisnieta de Berenguela la Grande.


- La mayoría de las epifanías las hemos encontrado en sepulturas de esos siglos. Es curioso que por entonces se falleciera pensando más en el nacimiento de Cristo que en su muerte, pero no es extraño, porque la estrella representaba la luz que tenía que seguir el alma para llegar hasta la Resurrección. Epifanía de la sepultura de san Ramón de Roda en la catedral de San Vicente de Roda de Isábena (Siglo XII, Huesca).


- Epifanía en el tímpano de acceso al claustro del monasterio de San Pedro el Viejo (Siglo XII-XIII, Huesca).


- San Xulian en Ventosa (Pontevedra).


- Iglesia de Santo Domingo en Soria.


- Siendo nosotros salmantinos, no podemos dejar de incluir dos hermosas epifanías que se pueden admirar en la Catedral Vieja de nuestra ciudad.  La primera es la del sepulcro del obispo Rodrigo Díaz, fallecido en 1339,  localizada en la capilla de San Martín o del Aceite en la catedral vieja de Salamanca. Además de la venida de los Reyes se celebra la unión de León y de Castilla con cuartelados comunes y otros desplegados, en línea y en arco, algo que se puso muy de moda durante el siglo posterior a la proclamación de Fernando III como monarca de ambos reinos.




La segunda está en el sepulcro de doña Elena de Castro, situado en el brazo del crucero de la epístola.



Y nos despedimos con esta preciosa escena labrada a comienzos del siglo XII por el escultor Gislebertus en un capitel de la catedral de Autun (Francia). Mientras los tres Reyes magos duermen, un ángel, intentando no asustarlos, toca suavemente con su dedo la mano del más cercano. Este parece reaccionar y abrir los ojos inmediatamente, el segundo parece empezar a entreabrir sus ojos y el tercero aún duerme profundamente. El ángel señala con su otra mano la estrella que los guiará de regreso a casa, deben partir...


FUENTES:

Romo Poderós, I. (2018). Lo sagrado y lo profano en los Reyes Magos. De la Edad Media a los orígenes. Mirabilia Ars, Nº. 8, 2018, Págs. 15-42.

Garcés, F. (2023). "¿Sabías qué?: La Estrella de los Reyes Magos". Disponible en https://bellesguardgaudi.com/sabias-que-la-estrella-de-los-reyes-magos/ el 02/01/2024.

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