viernes, 17 de marzo de 2023

El infante Fernando "el Portugués"

Si el 1204 fue un año aciago para Berenguela, el 1214 iba a resultar incluso peor. En octubre, con tres semanas de diferencia, fallecieron su padre, Alfonso VIII, y su madre, Leonor Plantagenet, los reyes de Castilla. Además del dolor sufrido por estas pérdidas, Berenguela tuvo que hacer frente a la guerra civil librada con la Casa de Lara, que logró privarla de la regencia de Castilla con su hermano Enrique, el heredero, que por entonces contaba con tan sólo diez años. Pero, además, dos meses antes había fallecido en el reino de León el infante Fernando, el Portugués, hijo de Alfonso IX y Teresa de Portugal, con el que Berenguela había convivido en sus tiempos de reina de León y que además estuvo llamado a ser el esposo de la infanta Mafalda de Castilla, hermana de Berenguela y fallecida en Salamanca diez años antes.


Sepulcro del infante Fernando de León (1173-1214) en el Panteón Real de la catedral de Santiago de Compostela. 

Por su condición de varón primogénito, el hijo de Teresa de Portugal fue considerado heredero de la corona de León desde su nacimiento. Sin embargo, fue declarado ilegítimo en la sentencia de anulación matrimonial a la vez que sus hermanas, las infantas Sancha y Dulce. Lo mismo le ocurriría a Berenguela con su descendencia. No obstante, se daba una diferencia importante: Berenguela consiguió que, en el Tratado de Cabreros de 1206, Alfonso IX reconociera a su hijo Fernando “el Castellano” como heredero del trono leonés. Ahora bien, ese pronunciamiento era contrario a la sentencia papal de anulación y, sin la aceptación canónica, dicho tratado era papel mojado por lo que, en 1214, las dos líneas de sucesión seguían manteniendo sus aspiraciones al trono. Por otro lado, Urraca López de Haro, congraciada ya su familia con el trono castellano, y en vista de la aceptación en el reino de Castilla del Tratado de Cabreros, renunció a reclamar el trono de León para su hijo, que era hermanastro de Alfonso IX.

Así las cosas, con la muerte del infante Fernando "el Portugués", en un tiempo en el que la nobleza no estaba por apoyar un reinado femenino de su hermana Sancha, las posibilidades de que terminara reinando el hijo de Berenguela, el infante Fernando "el Castellano", se multiplicaron.

Es el fallecimiento del infante Fernando el que probablemente estuviera representado en el lineal inferior del segundo lienzo del arrocabe izquierdo. Decimos “estuviera” porque desafortunadamente el lineal se encuentra prácticamente borrado del todo. De lo poco que se puede ver sí se puede deducir que dicha línea no tenía inicio, ya que debía de ser la continuación de la anterior, donde se daba cuenta de la muerte de Mafalda de Castilla. Lo poco que podemos ver actualmente es la cola de un león de oro igual que el que representaba a Mafalda, y que debió de estar enmarcado en un círculo del que sólo ha quedado visible algún resto. A continuación nos encontramos el vacío, un emblema desaparecido, y, como punto final a la historia, los restos del león sentado con que el que se comienza y termina cada lineal inferior.


Todo ello, junto con la ubicación en la techumbre y las escenas que lo flanquean a uno y otro lado, hace pensar que el emblema borrado por el tiempo y la humedad debió de representar al infante Fernando fallecido, y que éste estaba unido al león de oro Plantagenet-Aquitania, emblema de la que fue su malograda prometida.


El lineal superior presenta, en concordancia con lo que será la norma general en este espacio del arrocabe izquierdo, dos emblemas cuartelados en cruz con castillos en los cuarteles primero y cuarto y cruces latinas, huecas y de sable en los cuarteles segundo y tercero, aquellos que debería haber ocupado el emblema del reino de León. Se representaría de este modo el estado interior de Berenguela y su duelo por el hijo del que había sido su marido, Alfonso IX. 



Entre estos dos emblemas hay una flor de lis idéntica a las que aparecen en el lienzo "Berenguela la Grande" y que son símbolo de la realeza que ella encarna y de la que podría haber encarnado la pareja Mafalda de Castilla y Fernando de León como pareja que sucediera a Alfonso IX.



Vista general del segundo lienzo del lado izquierdo de la iglesia, en el que seguramente se representaba la muerte del infante Fernando de León en el año 1214, a la edad de veintidós años. En el lineal inferior se ven restos de un león Plantagenet-Aquitania y del león del reino de León que enmarca ese mismo líneal en el resto de los lienzos del arrocabe.

jueves, 16 de marzo de 2023

Reinas de León II

NOTA PREVIA. - A fecha 9 de abril de 2024 los lienzos I del arrocabe derecho y del izquierdo están sometidos a reinterpretación por nuestra parte. En todo caso, mantenemos la interpretación de los dos emblemas siguientes: cinco flores de lis de oro en campo de sable y el león de oro Plantagenet en campo de sable, ambos expresando luto. Dejamos esta entrada a la vista por lo que pueda aportar al respecto de la biografía de la reina Berenguela la Grande y del contexto histórico en el que creemos que se decoró la techumbre.

En el lineal superior del primer lienzo del arrocabe derecho, por encima de los emblemas de la ciudad de Salamanca, podemos ver un reflejo de los emblemas que comentamos en la entrada anterior. Los personajes, en claro paralelismo, se reorganizan para presenciar la escena que se les presenta enfrente, la muerte de Mafalda, y así mostrar su duelo. El resultado, curiosamente, es el orden de reinas que el protocolo hubiera impuesto de no haber sido anulado el matrimonio entre Alfonzo IX y Berenguela. Parece un oratorio de las reinas de León por la muerte de la infanta, ya que los emblemas se trastocan todos a colores sable y plata. De esto modo tenemos:

- En el centro, rodeado de unos motivos que parecen flores invertidas, un emblema de plata y sable análogo al que enfrente representaba a Berenguela, cuartelado, pero en el que los leones son fajas de sable y los castillos flores de lis, emblema de reinas leonesas, como ya hemos visto anteriormente. Es la nueva metamorfosis de Berenguela, que consigue, por medio de la misma, dos cosas: ubicarse justo por encima de los emblemas de la ciudad de Salamanca, reivindicando así su señorío sobre la misma, y, al mismo tiempo, al ser el lienzo un reflejo del anterior, colocarse justo enfrente del emblema que representa a Urraca de Portugal, reivindicándose también como reina principal de León a pesar de lo que hubiera sentenciado el papa de Roma. 



- A la izquierda de Berenguela se coloca el mismo emblema de las cinco flores de lis que antes representaba a Urraca de Portugal, pero en el que los colores se han cambiado a plata y sable como muestra de luto por la infanta Mafalda.


- Más a la izquierda nos encontramos un águila explayada plata dentro de un losange, que está enfrentada a la cruz de la Orden del Císter situada en el lineal superior del lienzo que da cuenta de la muerte de la infanta Mafalda. Este emblema, al igual que dicha cruz, representa a la reina Urraca López de Haro que fue, además de religiosa cisterciense, señora del castillo de Aguilar (Sabero), fortaleza que se incluía en el contrato de arras de su matrimonio con el rey Fernando II de León. Es especialmente relevante hacer notar que, tras fallecer su esposo y reivindicar Urraca López el trono leonés para su hijo Sancho Fernández, los reyes de León y de Castilla, Alfonso IX y Alfonso VIII respectivamente, pactaron atacar las propiedades de la Haro, defendidas por su hermano, Diego López II, uno de los nobles más importantes de Castilla. Este hecho provocó la separación entre Alfonso VIII y dicho noble entre 1201 y 1206, año este último en el que Diego López II regresó a Castilla con todos los honores y el linaje adquirió un gran poder. 



Esto es lo que queda de la torre mayor del castillo de Aguilar (Sabero). Urraca López de Haro fue señora de este castillo y del cercano de Monteagudo (Fuentes de Peñacorada), ambos incluidos en las arras recibidas de Fernando II de León. En el primer lienzo del arrocabe izquierdo la reina está representada con una cruz de la Orden del Císter ya que sus padres fueron fundadores del monasterio cisterciense de San Salvador de Cañas y ella misma fundó el monasterio, también cisterciense, de Vileña, donde pasó los últimos años de su vida como monja y donde recibió sepultura.

- A la derecha de Berenguela se puede ver, dentro de un losange, el león aquitano de su madre, Leonor Plantagenet, que en el lienzo reflejado se había situado en el lineal inferior.


- Y fuera casi de la escena nos encontramos a Teresa de Portugal representada por un emblema de verado diferente al que aparece en el lienzo reflejado. Por su ubicación, arrinconada, podría estar queriéndose dar cuenta así de la lejanía de sus hijos una vez anulado su matrimonio. Entendemos que esta tipología diferente de verado representa la protección que le ofrece el reino de León tras la anulación de su matrimonio y que, en línea con el resto de emblemas de este lienzo, se nos presenta en plata y sable.

miércoles, 15 de marzo de 2023

Reinas de León I

NOTA PREVIA. - A fecha 9 de abril de 2024 los lienzos I del arrocabe derecho y del izquierdo están sometidos a reinterpretación por nuestra parte.  En todo caso, mantenemos la interpretación de los siguientes emblemas: cinco flores de lis de oro en campo de gules, cinco piñas púrpura en campo de plata y el dúo formado por el castillo de Castilla y el león de oro Plantagenet en campo de sable expresando luto. Dejamos esta entrada a la vista por lo que pueda aportar al respecto de la biografía de la reina Berenguela la Grande y del contexto histórico en el que creemos que se decoró la techumbre. 

Los emblemas dispuestos en el lineal superior del primer lienzo de cada arrocabe son los más complejos de interpretar de toda la armadura. Creemos que hay que identificar hasta cuatro personajes para los que, además, contamos con tan pocas referencias, que se hace difícil poder relacionarlos con un emblema determinado.

Ya comentamos que en el arrocabe izquierdo parece utilizarse el lineal de emblemas superior para reflejar el estado de ánimo de Berenguela ante cada nueva situación que se presenta. Pues bien, precisamente esto es lo que se hace de forma peculiar en este primer lienzo: la reina de León abre el panel para dar cuenta de cómo se sentía a principios del año  1204 y lo cierra para reflejar la situación de arrinconamiento que sufrió tras la ejecución de la sentencia de nulidad de su matrimonio con Alfonso IX. Por otra parte, Berenguela comienza en este mismo lienzo a realizar transformaciones en su emblema cuartelado de Castilla y de León, lo que nos permitirá reconocerla más fácilmente cuando se presente metamorfoseada en otros puntos de la armadura.

En el lineal superior del primer lienzo del arrocabe izquierdo podemos ver cinco emblemas, siendo el primero y el último, como ya hemos dicho, representaciones de la reina Berenguela y los tres intermedios representaciones de las otras tres reinas de León que viven en el año 1204. Las cuatro protagonistas no se presentan en duelo por Mafalda, éste se reflejará en el arrocabe derecho, en el lienzo enfrentado, el que contiene los emblemas que se identificaron en su día como de la familia Rodríguez de las Varillas y que nosotros creemos que son los emblemas más antiguos conservados que identifican a la ciudad de Salamanca.

De derecha a izquierda observamos, en primer lugar, un emblema cuartelado de Castilla y de León al que se aplica una primera transformación: los leones son de color negro y miran hacia atrás, indicando el sentido en el que avanza la historia y el tiempo. Es el estado de Berenguela a comienzos de 1204, la casilla de salida del conjunto iconográfico.  En ese primer momento es ya una reina en duelo por León ya que en 1202 falleció, a la edad de cuatro años, su hija Leonor, la que fue, hasta el nacimiento de su hijo Fernando, la heredera del reino leonés. 


A la izquierda de este emblema vemos cuatro emblemas más, que se emplean para contar cuál era la situación en el reino de León cuando Berenguela se vio forzada a abandonarlo en mayo de 1204 tras la anulación de su matrimonio. De este modo, nos encontraremos con las siguientes reinas de León:

- Urraca de Portugal (1148-1218?): centrada entre dos grandes motivos florales, a modo de trono, lo que indica que es la reina más importante en ese momento, la que ejerce como tal. A pesar de que su matrimonio con Fernando II de León (1137-1188) fue anulado por el papa Alejandro III en junio de 1175, la pareja pudo engendrar un heredero, Alfonso IX, nacido en Zamora en 1171. Nunca dejó de utilizar su título de reina, más aun cuando, fallecido el que fue su marido, pasó a ser la reina madre. Se la representa con cinco flores de lis de oro en campo de gules. Las flores de lis son emblema de realeza leonesa en general y de reinas en particular, de hecho, en su sello personal se representa a sí misma con una flor de lis en su mano izquierda. En cuanto al número de flores, la interpretación general de la decoración de la techumbre nos lleva a pensar que, para distinguirla de otras reinas leonesas, se incluyeron cinco para relacionar este emblema con otro que contiene cinco piñas y que representa la descendencia de Alfonso IX y sus dos esposas, Teresa de Portugal y Berenguela de Castilla. Urraca de Portugal era la abuela de todos esos vástagos, así que entendemos que con las cinco flores se la representa como la abuela del futuro rey de León, fuera cual fuera la línea de sucesión que finalmente se impusiera. Una forma de considerar a todos sus nietos con los mismos derechos y, en cualquier caso, mostrarla como tronco común de todos ellos. 

Otra explicación que podemos ofrecer para el número de flores de lis es que en los documentos del siglo XII se habla de "rey/reina de Asturias, Galicia, León, Salamanca y partes de Extremadura", así que, cinco territorios, cinco veces monarca y, en consecuencia, cinco flores de lis en el escudo. 

Este emblema, siglos más tarde, se lo apropiaría el linaje salmantino de los Maldonado y lo convertiría en su escudo de armas, al que acompañarían con una disparatada leyenda que cuenta que un antepasado de la familia, un tal Hernán Pérez de Aldana, le ganó las cinco flores de lis al rey de Francia tras vencer en un duelo al duque de Normandía.


Emblema con el que creemos que se representa a Urraca de Portugal, que en 1204 era la reina madre del rey de León, Alfonso IX. Urraca recibió sepultura en la iglesia de Santa María Magdalena de Zamora, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, en la que profesó como freira tras la anulación de su matrimonio con Fernando II de León. 


Estela funeraria que se puede ver en el monasterio de Las Huelgas (Burgos), quizá representando a Berenguela como reina de León. 


Supuesto sepulcro de Urraca de Portugal en la iglesia de Santa María Magdalena de Zamora, aunque también se afirma que recibió sepultura en el Monasterio de Santa María de Wamba, que pertenecía a la Orden de San Juan de Jerusalén, al igual que este templo.​ En el interior de la iglesia de Wamba, que formó parte de un monasterio desaparecido en la actualidad, se halla ubicada la llamada «Capilla de la Reina», donde hay un epitafio en el que se relata que Urraca recibió sepultura en dicha iglesia.


Detalle del sello personal de Urraca de Portugal en el que se representa a sí misma con una flor de lis de la mano. 


Emblema con cinco piñas de pino piñonero de color púrpura sobre campo de plata que representan a los posibles legítimos herederos del reino de León, los hijos de Teresa de Portugal y de Berenguela de Castilla, todos ellos nietos de Urraca de Portugal.


Miniatura de un manuscrito medieval conservado en el monasterio de Toxosoutos (Galicia) y que representa en el centro a Teresa de León, madre de Alfonso I de Portugal, a su hija Urraca Enríquez y al marido de ésta, Bermudo Pérez de Traba. 


Detalle de la miniatura anterior en el que podemos ver a la infanta Urraca Enríquez portando un cetro flordelisado en el que está inscrita un piña de pino piñonero, símbolo asociado a la fertilidad, por sus muchas semillas, y al pino, árbol de la vida y símbolo de eternidad por su forma triangular ascendente. Urraca Enríquez era la tía de Urraca de Portugal, representada en la techumbre con cinco flores de lis dispuestas en sotuer sobre un campo de gules al tiempo que sus nietos se representan con un emblema de cinco piñas dispuestas del mismo modo. 

- Urraca López de Haro (1160-1230): amante, después tercera esposa y, por último, viuda de Fernando II de León. Se la representa en este lado izquierdo dentro de un losange y con una cruz típica de las órdenes militares en la Edad Media, con forma flordelisada y que, en este caso, incluye una cruz sencilla en el interior. Muchas de estas órdenes -como la de Calatrava, la de San Jorge de Alfama o la propiamente leonesa de Alcántara- utilizaron en sus comienzos emblemas similares y estaban inicialmente adscritas al Císter, en cuyos monasterios se crió y falleció Urraca López, que terminó sus días como religiosa y donando todas sus propiedades al monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, fundado por la reina Leonor Plantagenet y adscrito también al Císter.


Cruz con terminaciones en flor de lis, relacionada con las órdenes de caballería y con la Orden Cisterciense, emblema que representa a la reina Urraca López de Haro, tercera esposa de Fernando II de León y, por lo tanto, madrastra de Alfonso IX. 


Sepulcro de la reina Urraca López de Haro en el monasterio cisterciense de Santa María la Real de Vileña (Burgos), del que fue fundadora. Urraca se había criado en otro monasterio cisterciense, el de Santa María de San Salvador de Cañas (La Rioja). 

Teresa de Portugal (1176-1250), primera esposa de Alfonso IX, cuyo matrimonio también fue anulado. Madre del heredero del reino de León, el infante Fernando "el Portugués", en 1204. Se la representa con un verado ondulado de oro y gules. Los veros y verados, en origen, eran un forro típico del manto de los reyes, que muchas casas nobiliarias terminaron por incluir en sus blasones. Sin embargo, en la techumbre, construida cuando la Heráldica apenas estaba naciendo, encontraremos verados en los emblemas de mujeres de la realeza viudas, con matrimonio anulado o solteras que, por medio de acuerdos, disponen de algún tipo de protección o rentas reales, es decir, están protegidas por el manto del rey. En el arrocabe izquierdo se la representa con un verado que tiene los mismos colores que se emplean para el emblema de su tía, Urraca de Portugal, tal vez para dar cuenta de su relación de parentesco y de la protección que aquella le dispensaba tras la anulación de su matrimonio y su vuelta a Portugal.


Emblema de Teresa de Portugal, que a pesar de la anulación de su matrimonio con Alfonso IX, siguió disfrutando de rentas y de la protección del rey, como no podía ser de otra manera ya que era la madre del heredero. 

- Berenguela de Castilla (1179-1246): en la esquina, arrinconada y separada del resto de reinas, representada con un emblema cuartelado con dos castillos en el que los leones han desaparecido y se han sustituido por palos de sable. Esta es una segunda transformación y sirve para representar el dolor que siente porque le han robado su título de reina de León. Berenguela se representa así postergada tras sufrir la  anulación de su matrimonio.


Emblema en el que la reina Berenguela nos muestra el luto por su hermana Mafalda y su amargura por haber sido obligada por el papa Inocencio III a separarse de su marido y, en consecuencia, a sufrir el destierro del reino de León. 

Mafalda de Castilla

El año 1204 resultó especialmente aciago para las mujeres castellanas descendientes de Leonor de Aquitania. Al fallecimiento de la muy querida y admirada matriarca se sumó la anulación papal del matrimonio entre los reyes de León, Berenguela y Alfonso IX. Por si esto fuera poco, Mafalda, infanta de Castilla y hermana de Berenguela, falleció en la ciudad de Salamanca a los trece años de edad y en circunstancias que no han quedado aclaradas para la Historia. Parece ser que hasta la anulación matrimonial de Berenguela ambas hermanas habían convivido durante un tiempo en la corte de León, en espera de que se hiciera efectivo el compromiso matrimonial de la joven con el heredero del trono, el infante Fernando, conocido como “el Portugués”, hijo de Alfonso IX y de su primera esposa, Teresa de Portugal, cuyo matrimonio también había sido anulado.


Sepulcro de Leonor de Aquitania (1122-1204), abuela de Berenguela y de Mafalda de Castilla, en la abadía francesa de Fontevraud.


Lápida sepulcral de la infanta Mafalda en el altar de la Catedral Vieja de Salamanca. El cuerpo de Mafalda fue posteriormente trasladado al Real Monasterio de Las Huelgas (Burgos), donde también se enterró al resto de los miembros de su familia. 

Los dos primeros lienzos a derecha e izquierda de la iglesia dan cuenta en su lineal inferior de la muerte de la infanta Mafalda de Castilla. A la izquierda se presenta una línea de emblemas que, nada más empezar, se corta. Podría parecer que se debe a un error o a un traslado de esa tabla durante alguna reforma, sin embargo, la interpretación permite concluir que ese lineal interrumpido refleja el fallecimiento de la joven Mafalda. En él aparece la mitad trasera de un león rampante de oro, claramente aquitano por sus hechuras, que se corta antes de dejarse de ver por completo, representándose así la temprana muerte de la infanta.


León del ducado de Aquitania cortado que representa la muerte de la infanta Mafalda de Castilla y flanqueado a la izquierda por un león sedente del reino de León. 

A continuación, y a modo de doble paréntesis, comienza otro lineal diferente, el de los padres de Mafalda, los reyes de Castilla, que muestran el terrible dolor que se sufre al perder una hija. El duelo se representa por medio del castillo de Alfonso VIII, igual al que aparece esculpido en su sepultura en el Real Monasterio de Las Huelgas de Burgos, y un león de oro, que representa a Leonor Plantagenet, hija de Leonor de Aquitania. Ambos aparecen en tonos oro, sin embargo, en comparación con el lienzo de Berenguela, los campos se han trastocado en sable (negro), en señal de luto, y las formas, polilobuladas allí, son aquí más austeras: apenas un círculo y un cuadrado.


Castillo de oro en campo de sable, representación del luto de Alfonso VIII de Castilla por su hija Mafalda. 


León rampante de oro en campo de sable, representación del dolor de Leonor Plantagenet por su hija Mafalda, fallecida con apenas trece años en la ciudad de Salamanca. 

El león de Aquitania mira hacia la trasera de la iglesia, hacia la muerte de Mafalda, pero también invita al espectador a dirigirse hacia atrás antes de continuar el recorrido visual por la techumbre. Para resolver la posible incongruencia de tener la representación de una reina tan devota de espaldas al altar, se colocó un emblema de santo Tomás de Canterbury, una chova piquirroja en campo de plata, justo enfrente del león, en el arrocabe trasero de la armadura.


Chova piquirroja en campo de plata, emblema de santo Tomás de Canterbury, santo protector de la dinastía Plantagenet-Aquitania. 

El lugar en el que ocurre la luctuosa escena parece que se desvela en el lienzo paralelo, justo enfrente, en el lado derecho. Allí aparecen un emblema con cuatro palos de gules y tres emblemas con tres palos del mismo color en campo de oro y con bordura azur de cruces en oro. En principio, podríamos pensar que representan a la famosa familia salmantina Rodríguez de las Varillas, por la semejanza con sus armas, pero a mediados del siglo XIII las familias salmantinas no tenían blasones, simplemente no había comenzado esa moda. Además, las cruces de este emblema no tienen la forma de la cruz de Jerusalén, la que lleva la bordura de las armas de los Rodríguez de las Varillas para dar cuenta de que su antepasado imaginario, el conde Vela, participó en la primera Cruzada. 

No sabemos a quién o qué representa este emblema, quizá sea un temprano escudo de Salamanca en la primera mitad del siglo XIII, pero de lo que estamos convencidos es de que los Rodríguez de las Varillas, al igual que los Maldonado, utilizaron la decoración de esta techumbre como inventario para elegir el que iba a ser su blasón familiar llegado el siglo XV y que, por supuesto, lo explicaron con una leyenda familiar relacionada, ni más ni menos, que con Tierra Santa y con una supuesta descendencia ilegítima del rey de Aragón. 


Emblema que podría representar a la ciudad de Salamanca, lugar donde falleció la infanta Mafalda por causas nunca esclarecidas para la Historia. De esta manera quedó truncado el enlace entre la hermana pequeña y el hijastro de Berenguela, el infante Fernando de León. 


Lienzo en el que se representa la muerte de la infanta Mafalda de Castilla y el luto de sus padres. 


Primer lienzo del arrocabe derecho, en el que se representa el duelo de las reinas de León por la infanta Mafalda de Castilla, prometida del infante Fernando de León y fallecida en Salamanca en 1204.

Enblema cuartelado formado por los cuatro emblemas que aparecen en el lineal inferior del primer lienzo del arrocabe izquierdo. Podrían representar el duelo de la familia Castilla-Plantagenet por la infanta Mafalda, como hemos explicado en esta entrada, o también por otros miembros de la familia, tales como los padres de Berenguela, que murieron en el año 1214 con apenas tres semanas de diferencia entre ellos. Reconstrucción del emblema por José Moreiro Píriz


El mismo emblema que el anterior pero sin el luto. Esta unión del emblema del rey de Castilla, Alfonso VIII, y del león de oro en campo de gules podría representar a la reina Leonor Plantagenet. Reconstrucción del emblema por José Moreiro Píriz

lunes, 13 de marzo de 2023

El reino de León en 1204

A comienzos de 1204 en el reino de León había un rey, cuatro reinas y tres líneas de sucesión posibles. El rey era Alfonso IX, hijo primogénito y único de la incestuosa unión entre Fernando II de León y Urraca de Portugal, que se habían visto forzados a separarse tras la sentencia de anulación de su matrimonio por parte del papa.

Las reinas eran:

- Urraca de Portugal, que, fallecido Fernando II y ocupado el trono por su hijo en 1188, regresa a León haciendo públicamente uso de su título de reina madre, compaginando el mismo con su ingreso como freira en la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. Tras la separación de la portuguesa, Fernando II se casó con la noble gallega Teresa Fernández de Traba, pero en 1204 tanto la segunda esposa del rey como su descendencia ya habían fallecido, lo que dejó paso a...

- Urraca López de Haro, la tercera esposa y viuda de Fernando II de León. Tras años como amantes y con tres hijos de por medio, contrajeron matrimonio nueve meses antes de que él falleciera. De este modo, Urraca López consiguió que el único hijo varón superviviente de los tres tenidos con el rey, Sancho Fernández de León, fuera reconocido como legítimo. 

- Teresa de Portugal, sobrina de Urraca de Portugal y primera esposa de Alfonso IX que, tras la anulación de su matrimonio, se había retirado al país vecino con su hija Dulce, dejando a su hija Sancha y a su hijo Fernando al cuidado de su padre en el reino de León.

- Berenguela de Castilla, la segunda esposa de Alfonso IX, que, tras la muerte en 1202, con apenas cuatro años, de su hija primogénita, Leonor, andaba por aquel entonces inquieta ante la posibilidad de que el papa Inocencio III anulara su matrimonio y los cuatro hijos que le quedaban (Constanza, Fernando, Alfonso y Berenguela) fueran declarados ilegítimos.


Alfonso IX según una miniatura del Tumbo A de la Catedral de Santiago de Compostela. En 1204 el rey de León contaba con una reina madre, una madrastra, una exesposa por anulación papal y una esposa de la que estaba a punto de separarse por la misma razón que le obligó a separarse de la primera, la consanguineidad en el matrimonio. El monarca leonés tuvo ocho hijos legítimos entre los dos matrimonios y una larga lista de amantes que le dieron una más larga lista de hijos ilegítimos. 

Las tres posibles líneas de sucesión que aspiraban a la posesión del trono de León eran:

- La del único descendiente vivo de Urraca López de Haro, Sancho Fernández de León que, oficialmente, será la única línea de sucesión legítima cuando se anulen los dos matrimonios de Alfonso IX y hasta el año 1218, cuando el papa acepte lo acordado en el Tratado de Cabreros (26 de marzo de 1206). Durante su breve matrimonio, Urraca López de Haro había conseguido que su esposo desterrara a Portugal al primogénito, el por entonces infante Alfonso, y que declarara heredero a su hijo. Sin embargo, la falta de apoyos tras la muerte del monarca hizo que Alfonso IX fuera proclamado como el nuevo rey, aunque Urraca no dejó de reclamar los derechos de su hijo. La familia Haro, con el hermano de Urraca, Diego López II de Haro, al frente, había sido una de las más relevantes en la corte castellana. Cuando su hermana se desposó con Fernando II, se pusieron al servicio del rey de León, sin embargo, fallecido Fernando II y proclamado rey Alfonso IX, regresaron todos a Castilla donde, en principio, fueron bien recibidos de vuelta por Alfonso VIII.

- La de los hijos de Teresa de Portugal, encabezada por su único hijo varón, el infante Fernando “el Portugués”, reconocido como heredero desde el mismo momento de su nacimiento. Esta línea fue declarada ilegítima en la sentencia de anulación matrimonial, aunque, en vista de la más que posible anulación del matrimonio de Berenguela, que supondría la ilegitimidad para reinar de su descendencia, se concertó el matrimonio del hijo de Teresa con Mafalda de Castilla, hermana de Berenguela, de forma que, fuera cual fuera la línea de sucesión definitiva, la paz entre los reinos de León y de Castilla estaría asegurada. Este acuerdo matrimonial es el que trajo a la infanta Mafalda a la corte leonesa, junto a su hermana mayor, la reina de León, a comienzos de 1204. Y sería en tierras leonesas, concretamente en Salamanca, donde, el mismo año de su llegada, la joven prometida tendría que enfrentarse a su temprana muerte.

- Los últimos en llegar fueron los hijos de Berenguela de Castilla, al frente de los cuales estaba Fernando "el Castellano", futuro Fernando III de Castilla en 1217 y de León en 1230. Al igual que la anterior, esta línea de sucesión también fue declarada ilegítima por la sentencia de anulación matrimonial de 1204, aunque unos años después, en 1218, obtendría el reconocimiento papal.

Por otra parte, el matrimonio de Berenguela y el nacimiento de sus hijos debieron ser el detonante para que su padre y su marido, Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX de León respectivamente, pactaran hacer frente común frente a las aspiraciones de Urraca López de Haro, atacando los señoríos y castillos de Aguilar y Monteagudo, que ésta había recibido como arras por su matrimonio con Fernando II. Esta hostilidad de los dos monarcas hacia su hermana provocó que Diego López II de Haro renegara de Alfonso VIII ("se desnaturara", se decía en la época) y se refugiara en la ciudad de Estella, donde fue atacado y finalmente sitiado por el rey castellano. No obstante, Alfonso VIII debió darse cuenta de lo imprescindibles que resultaban sus servicios y, aunque el exilio de don Diego duraría de 1201 a 1206, ya en 1204 el rey declaraba injusto el trato que había dado a los Haro.

Como puede suponerse, dada esta compleja situación, cualquier cambio que se produjera en el reino de León en esos primeros años del siglo XIII podía resultar desestabilizador...

Una techumbre flordelisada - parte I

Contando que la decoración de la techumbre medieval del convento de Santa Clara nos "habla" de hechos acaecidos en los reinos de L...