domingo, 23 de abril de 2023

El león de Aquitania: la joya de la corona y la herencia de Leonor Plantagenet

Situados en el arrocabe trasero de la techumbre, a continuación del emblema que contiene la chova piquirroja de santo Tomás de Canterbury, una primera triada de emblemas presenta en el centro un león de oro sobre campo de gules enmarcado en un losange. Se trata del león o leopardo propio del blasón aquitano, el mismo león con el que, encima de los emblemas de la ciudad de Salamanca, se representa a la reina de Castilla, Leonor Plantagenet, en un momento concreto: la muerte de su hija Mafalda, acaecida poco tiempo después del fallecimiento de su madre, Leonor de Aquitania. Sería ésta una forma de reivindicar a Leonor Plantagenet como sucesora legítima de su madre, no sabemos si en el sentido de lo femenino, como homónima o, incluso, del imperio Aquitano en su conjunto frente al cuestionado reinado que, en esos momentos, estaba ejerciendo su hermano pequeño, Juan I de Inglaterra. Recordemos que Leonor Plantagenet y Juan sin Tierra eran los dos únicos hijos de Leonor de Aquitania que vivían en 1204.




A continuación hay un emblema que contiene, en campo de oro, siete roeles de sable y, encima, en jefe, una faja de sable. Se representaría así la descendencia de Leonor Plantagenet en tonos de luto (oro y sable) por la muerte de su abuela. 


El sable podría parecer azur pero nos inclinamos por pensar que el tono aclarado es consecuencia del paso del tiempo sobre el negro inicial, sobre todo porque en la techumbre aparece de forma invariable la mezcla de oro y sable para representar situaciones de duelo. En línea con la manera como se representa a los hijos de la reina Juana de Ponthieu en los lienzos reservados para la misma, también aquí cada roel sería un descendiente de Leonor Plantagenet vivo en 1204. En esa fecha habían fallecido Sancho, Sancha y Mafalda. Quedaban vivos siete vástagos, de los que los dos varones, Fernando y Enrique, fallecerían en plena juventud. En cuanto a las hijas, tendríamos a Berenguela, reina consorte de León primero y correinante de León y Castilla después; Urraca, reina consorte de Portugal; Blanca, reina consorte primero y después regente de Francia; Leonor, reina consorte de Aragón, cuyo matrimonio fue anulado y, por último, la única que no fue reina, Constanza, pero que, como abadesa del Monasterio de Las Huelgas, fundado por su madre, acumuló un amplísimo poder.

En uno de los paralelismos a los que ya nos tiene acostumbrados la decoración de esta techumbre, la parte velada de este emblema, la faja de sable en jefe, se desvela en el lineal superior de emblemas del otro lado del arrocabe trasero. Allí observamos un emblema con un claro paralelismo: un campo de gules sin figuras y, en jefe de plata, lo que a todas luces parecen tres sepulturas. 


Dichas sepulturas serían las de los hijos fallecidos del matrimonio Castilla-Plantagenet: Sancho, Sancha y Mafalda. Aparentemente, carece de sentido la representación tan alejada del emblema que representa a los hermanos vivos, sin embargo:
  • Justo debajo, como veremos más adelante, hay referencias a hijos fallecidos de Leonor de Aquitania: Godofredo y Ricardo Corazón de León.
  • Algo que se repite en la techumbre es la necesidad de completar la historia por adición de lo representado a ambos lados. En este caso, esa complementariedad se conseguiría si plegáramos en dos el arrocabe trasero.
Lo anterior nos lleva a concluir que parece que el lado izquierdo del arrocabe trasero (mirando hacia el altar) se reserva para las referencias a hijos vivos de Leonor madre y Leonor hija y el lado derecho para las referencias a los hijos fallecidos de ambas. Quedaría así reflejada en esta parte del arrocabe la ascendencia femenina de Berenguela y la línea de sucesión de Leonor madre a Leonor hija y, de ésta, a sus vástagos.

A cada lado del emblema que contiene tres sepulturas hay dos emblemas más: dos en losange con las armas del rey de León, Alfonso IX, y otros dos que corresponderían a una representación de Berenguela a partir de su escudo oficial cuartelado en aspa de reina correinante. 


En esta ocasión transforma los tonos a colores de luto (oro y sable), lo que obliga a marcar mucho más la cruz central, y, de nuevo, cambia los castillos por flores de lis. Además, a un lado y otro el orden de las figuras se invierte: el emblema izquierdo tiene flores de lis a derecha e izquierda y leones arriba y abajo y el derecho leones en el centro y flores arriba y abajo. Podría ser ésta una forma de representar un "tanto monta, monta tanto" entre León y Castilla o, jugando con los leones, representar un duelo León-Castilla y otro Castilla-Aquitan¡a (Plantagenet).



Para concluir hemos de decir que a partir de los colores de oro y gules del emblema con león de este primer trío, el resto de los emblemas en losange de la trasera, excepto el de Poitiers, tendrán, invariablemente los colores aquitanos; es como si los colores de los territorios en los que los Plantagenet-Aquitania desplegaban su poder se hubieran teñido de los suyos propios. Llamamos la atención sobre esto porque, según los expertos, los colores del escudo de Castilla adoptado por Alfonso VIII se establecen en base a los del escudo Aquitania-Plantagenet: en campo de gules castillo de oro aclarado de azur para Castilla y, en el mismo campo, Leopardo/s de oro con uñas clareadas de azur para Aquitania y Plantagenet 
[1].


Blasón de Aquitania.


Blasón de Alfonso VIII de Castilla, esposo de Leonor Plantagenet y yerno de Leonor de Aquitania. 

[1] HURTADO MAQUEDA, J. / Vexilología Medieval hispánica.2023. Ministerio de Defensa. Madrid. Pág. 59.

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