domingo, 5 de marzo de 2023

Berenguela, reina de León

A finales del siglo XII, los reinos de León y de Castilla, gobernados por Alfonso IX y Alfonso VIII respectivamente, se desangraban en una guerra por el dominio de sus castillos y comarcas fronterizas. La reina de Castilla, Leonor, del linaje Plantagenet-Aquitania, familia bajo la protección de santo Tomás Cantuariense, el santo cuyo emblema era la chova piquirroja, vio en el matrimonio de su hija primogénita Berenguela con el rey de León la solución definitiva a tan desgraciado conflicto, aunque primero tendría que convencer a su marido, que no estaba muy por la labor de hacerle concesión alguna a su primo y peor enemigo.

En agosto de 1197 tropas aliadas de los reinos de Castilla y de Aragón tomaron los castillos de El Carpio y de Paradinas de San Juan, fronterizos entre los territorios de Valladolid y Salamanca. Después lanzaron una ofensiva que penetró en tierras leonesas y devastó todo a su paso, saliendo la peor parada la villa de Alba de Tormes, hasta tal punto que hubo que repoblarla pasado el tiempo después del despiadado ataque. Viendo cómo castellanos y aragoneses estragaban su reino, Alfonso IX aceptó la propuesta matrimonial y de paz que le llegó de la corte de Burgos, celebrándose el enlace regio en Valladolid en diciembre de 1197 y convirtiéndose así Berenguela en reina consorte de León. El contrato de arras no incluía la ciudad leonesa de Salamanca, sin embargo, inmediatamente después de la firma de dicho contrato, la ciudad del Tormes aparece en documentos catedralicios bajo el dominio (sub manu) de Berenguela. Es más, estos legajos demuestran que ejerció en Salamanca un poder mucho más amplio del que se derivaba del contrato de arras y que el que pudo tener en otros señoríos incluidos en el mismo. De hecho, se dice que compraba y vendía propiedades "con sus propios maravedís" y sin contar con la complacencia de su esposo. El señorío de Berenguela sobre Salamanca, unido a una supuesta residencia que tenía en un paraje conocido como Los Palacios, en la encrucijada que conduce a las ciudades de Toro y Zamora, proporcionó el sobrenombre a la cercana localidad de Villares, que pasaría a conocerse como Villares de la Reina.


Alfonso IX y Berenguela, reyes de León.

Para Berenguela, adalid del culto a santo Tomás Cantuariense en el reino de León, debió suponer una gran satisfacción el hecho de que en Salamanca existiera una iglesia dedicada al santo inglés, cuya construcción se dice que fue promovida en el año 1175 por los hermanos Ricardo y Randulfo, que podrían haber llegado a la ciudad huyendo de Inglaterra en el año 1164, tras el exilio del que pudiera haber sido su maestro, el arzobispo Thomas Becket. O quizá los dos hermanos ingleses llegaron a Salamanca unos años después, enviados por la madre de Berenguela para introducir el culto al santo protector de la dinastía Plantagenet-Aquitania en el reino de León al mismo tiempo que se introducía en el reino de Castilla.  O quizá el templo no existía cuando llegó aquí Berenguela y la promotora de su construcción fuera realmente ella misma, quién sabe, no hay certeza sobre ninguna de las tres opciones. 

Estando León y Castilla en paz, Berenguela aparentemente feliz con el matrimonio acordado por sus padres y disfrutando ésta de sustanciosas rentas, el año 1204 fue el annus horribilis de los Plantagenet ya que ocurrieron tres hechos desgraciados: 

 - La muerte a los ochenta y dos años de Leonor de Aquitania, madre de Leonor Plantagenet y abuela de Berenguela. 

- La anulación por parte del papa Inocencio III del matrimonio de Alfonso IX y Berenguela ya que la reina era hija de Alfonso VIII, primo carnal del rey de León.

- La muerte con apenas trece años en Salamanca de la infanta Mafalda de Castilla, hermana de Berenguela, cuya presencia en la ciudad parece que se debía a que iba a casarse con el infante Fernando de León, apodado "el Portugués", fruto del matrimonio de Alfonso IX con María Teresa de Portugal, también anulado por Roma en el año 1196 ya que los contrayentes eran primos carnales.


Lápida de la infanta Mafalda de Castilla, hermana de Berenguela de León y de Castilla, ambas hijas de Alfonso VIII y Leonor Plantagenet de Castilla y nietas de Leonor de Aquitania. La de la foto es réplica de la original, que quedó escondida tras el retablo de la Catedral Vieja de Salamanca. Se puede contemplar en la Capilla Mayor de dicha catedral.

Tras la anulación matrimonial, Berenguela abandonó el reino de León y volvió a Burgos con sus padres, quedándole el consuelo de llevarse consigo a los hijos que había tenido con Alfonso IX, entre ellos el infante Fernando, futuro rey Fernando III de los reinos de Castilla (1217) y de León (1230) gracias a la inteligencia y la habilidad política de su madre.

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